martes, 23 de septiembre de 2008

Obra del destino


El destino es algo impersonal, pero muchas veces parece ser la persona mas tangible. Nunca imagine que trabajaría con un fórmula uno....sin embargo, en la parte superior se ve lo que de un fórmula uno Ford T del año 1928, lo tuve que transformar a un bi-plaza. La trompa se sigue conservando. De alguna manera contribuir a esa Categoria aunque suene irrisorio!!!
Abajo, y en forma de colectivo, el destino quiso que, a mi mismo me tocara restaurar, junto con otros compañeros, el mismo vehiculo que mi madre tomaba todos los dias cuando ella contaba con tan solo 10 años; es mas.....este mismo vehiculo, que me llamaba mucho la atencion cuando yo iba al industrial, pasaba por la empresa San Vicente en donde, en un galpon y a un costado abandonado, lo tenian de costado y sin una rueda. Ciertamente que entre el colectivito chevrolet 1940 y yo, hay una conexion que ha sido pura obra del destino, o no?.

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